Responde
con empatía
El trabajo de María puede proporcionarle independencia económica y ayudarla a reforzar su autoestima. Aunque el comportamiento de su esposo puede afectar negativamente a la imagen que tiene de sí misma, el trabajo puede ofrecerle una sensación de satisfacción y autoestima. Para María, ir a la oficina puede suponer un alivio temporal y puede sentir que es un lugar más seguro. El lugar de trabajo podría ser un lugar donde acceder a información sobre la violencia doméstica y contar con apoyo especializado, lejos del control de su esposo. Si su esposo ha restringido sus interacciones sociales con amigos y familiares, puede sentirse sola, y sus compañeros de trabajo pueden ser las únicas personas con las que tiene contacto; ellos podrían ofrecerle compañía, comprensión y apoyo durante este momento difícil.
Como muchas víctimas sobrevivientes, María puede sentirse asustada y nerviosa al revelar sus experiencias. Es posible que María no reconozca sus experiencias como violencia doméstica; tal vez solo sepa que algo anda mal. Si es la primera vez que lo comparte, esto representa un paso importante para romper el silencio y la vergüenza, lo que le permite buscar apoyo. Las víctimas sobrevivientes suelen valorar que se les escuche y se les brinde ayuda práctica. María puede apreciar la empatía y la comprensión de Sara, ya que la escucha con atención y le hace preguntas amables. Puede que no sea útil que Sara califique las experiencias de María como «violencia doméstica» o «abusivas», ya que es posible que ella aún no esté preparada para ello. Al respetar las decisiones de María y seguir su ritmo, Sara la ayuda a sentir que tiene el control. Además, Sara le brinda apoyo práctico al compartir información sobre los recursos disponibles en el lugar de trabajo y los servicios especializados externos; es María quien decide si quiere aprovechar el apoyo disponible. La oferta de Sara de continuar la conversación refuerza su apoyo y disponibilidad, y le da a María la tranquilidad de saber que tendrá ayuda cuando esté lista.
Sara puede preocuparse por decir algo incorrecto, pero una respuesta de apoyo no tiene por que ser perfecta. Durante su conversación, Sara transmite mensajes importantes: María es importante, Sara le cree, el abuso no es culpa de María y Sara quiere ayudarla. Al centrarse en los pensamientos, sentimientos y necesidades de María, Sara crea un entorno de apoyo. Si Sara sospecha que algo va mal, pero María no ha pedido ayuda, Sara debe asegurarse de que están en un lugar privado y abordar la conversación con delicadeza y sin juzgar. Empezar con una pregunta general como «¿Está todo bien fuera del trabajo?» puede animar a María a compartir sus experiencias. Sara también podría mencionar con delicadeza los cambios en el comportamiento de María, por ejemplo: «No pareces tú misma, ¿estás bien?». Este enfoque fomenta la confianza y abre la puerta para que María comparta sus experiencias.
Si María le dijera a Sara que corre el riesgo de sufrir daños graves o una amenaza para su vida, Sara tendría que romper la confidencialidad y comunicar sus preocupaciones para que otras personas (y posiblemente la policía) se involucraran en dar una respuesta adecuada. En una situación así, se puede romper la confidencialidad, con el fin de preservar la vida de María.