Reconoce
los signos
No existe una víctima-sobreviviente «típica» de violencia doméstica, y existen muchos mitos y estereotipos sobre quiénes la sufren. En realidad, cualquiera puede sufrir violencia doméstica, aunque –de acuerdo con las estadísticas – las mujeres y los adultos jóvenes corren un mayor riesgo. Tendemos a creer muchos mitos sobre la violencia sexual, por ejemplo, que ocurre durante una salida nocturna, cuando la víctima-sobreviviente ha estado bebiendo o lleva cierta ropa; no solemos pensar que le pueda ocurrir a personas que realizan actividades normales durante el día. Es común culpar a la víctima en los casos de violencia sexual, en los que se responsabiliza a las personas por sus experiencias, como por ejemplo, cuestionar por qué Maggie salía a correr sola o ayudaba a un desconocido. Esta práctica dañina desvía la responsabilidad del delito del agresor y disuade a las personas de buscar ayuda.
Maggie ha sufrido violencia sexual (agresión sexual) por parte de un desconocido. Es posible que Maggie haya sufrido violencia física, restricción, fuerza o amenazas durante la agresión, y que haya quedado incapacitada de alguna manera, o que la agresión haya sido grabada. Independientemente de las circunstancias específicas de su agresión sexual, Maggie no deseaba mantener relaciones sexuales con este desconocido y no dio su consentimiento. Aunque Maggie hubiera conocido al agresor o hubiera mantenido una relación íntima, sentimental o romántica con él, cualquier actividad sexual sin su consentimiento seguiría siendo una agresión.
La violencia sexual es dañina, y Maggie puede estar enfrentando problemas de salud mental, incluyendo síntomas de trauma, ansiedad y depresión, así como problemas de salud física. También puede tener lesiones causadas por la agresión. Maggie puede intentar ocultar sus sentimientos, pero es posible que, por ejemplo, se vuelva cautelosa con otras personas y, dado que su agresor era un hombre, sus compañeros de trabajo podrían notar que evita estar cerca de ellos. Maggie también puede evitar estar en espacios cerrados o lugares apartados; puede evitar tomar el elevador o ir a ciertas partes del edificio. Maggie puede tener dificultades para concentrarse, lo que podría complicar las tareas más difíciles, o puede parecer distraída en las reuniones. Maggie puede parecer cansada, ansiosa, más callada o distraída.